Padre de una hija, comparte su experiencia con la crianza respetuosa y confiable:
Después de completar las 12 sesiones que implicó el proceso de transformación en mi enfoque de crianza, he notado un cambio sorprendente en nuestra familia. Mi hija, de 7 años, ahora se siente más segura y comprendida. Antes, teníamos muchos conflictos y malentendidos, pero al aplicar las técnicas aprendidas, nuestra comunicación y relación han mejorado significativamente.
Recuerdo un día cuando ella estaba muy molesta porque no podía entender una tarea. En lugar de simplemente corregirla, me senté con ella y escuché sus preocupaciones. Valoré su esfuerzo y juntos buscamos una solución. Esto no solo le ayudó a comprender la tarea, sino que también le mostró que su esfuerzo y perseverancia son valiosos.
Estoy agradecida por haber completado estas 12 sesiones y ver los beneficios que han traído a nuestra familia.
Madre de dos hijos, comparte su experiencia con la crianza respetuosa y confiable:
Trabajo y crío a dos niñas de cinco y un año. Luchaba por salir adelante cada día y no era capaz de pararme a analizar objetivamente mi situación actual y futuro.
Pero asistí a las 12 sesiones de Sra.Yetty y me impresionó mucho su sinceridad. Me hizo darme cuenta de lo mucho que no me estaba tomando tiempo para mí y de cómo esto afectaba a mis hijas.
Conversar con ella todos los sábados por la mañana, reflexionando sobre mi semana, me ayudó a enfrentarme a las partes de mi vida que había notado que necesitaba cambiar y que había ignorado.
Me di cuenta una vez más de que lo más importante es que yo, como madre, esté en plena forma y sea feliz. Sobre esta base, me gustaría seguir enfrentándome a mis hijas en el futuro.
Agradezco de todo corazón a Sra.Yetty Lara esta magnífica oportunidad que proporcionó conmigo.
Apasionada por ayudar a las personas, comparto esta experiencia reflexiva. Puede que resuene con algunos o inspire a otros.
Eymi, quien me autorizó a compartir su historia, emprendió un viaje de empoderamiento, transformación y trascendencia. Su relato ejemplifica cómo una Madre Empoderada puede dar un giro significativo a su vida.
Esta narrativa no solo ilustra un caso individual, sino que también ofrece una perspectiva valiosa sobre el potencial de cambio y crecimiento personal. A través de la historia de Eymi, exploramos cómo el empoderamiento materno puede catalizar una transformación profunda, impactando no solo a la madre, sino también a su entorno familiar.
Eymi siempre había soñado con ser la mejor madre posible. Cuando nació su hijo Madiel, se dio cuenta de que la crianza era mucho más desafiante de lo que había imaginado. Frustrada y agotada, Eymi decidió buscar ayuda y fue así como descubrió la guía "El Eco de Cristal".
Al comenzar a leer la guía, Eymi se encontró con el primer pilar: el empoderamiento. Aprendió que reconocer y confiar en sus propias capacidades como madre era fundamental. Poco a poco, Eymi comenzó a tomar decisiones con más seguridad, basándose en su intuición y en el conocimiento que iba adquiriendo.
Un día, cuando Madiel tuvo una rabieta en el supermercado, Eymi recordó las estrategias de la guía. Respiró profundo, se agachó a la altura de su hijo y lo escuchó con empatía. Para su sorpresa, la situación se calmó rápidamente. Eymi se sintió empoderada al darse cuenta de que tenía las herramientas para manejar momentos difíciles.
El segundo pilar que Eymi descubrió fue el de la transformación. Comprendió que para criar a Madiel de manera respetuosa, ella misma debía transformar algunas de sus creencias y patrones de comportamiento.
Eymi reflexionó sobre cómo sus propios padres la habían criado y decidió romper el ciclo de gritos y castigos. En su lugar, comenzó a practicar la comunicación asertiva y el establecimiento de límites con amor. La transformación no fue fácil, pero con cada pequeño cambio, Eymi notaba cómo mejoraba su relación con Madiel.
El tercer y último pilar que Eymi encontró en la guía fue el de la trascendencia. Entendió que su papel como madre iba más allá de cuidar y educar a Madiel; estaba contribuyendo a formar una persona que impactaría en el mundo.
Con esta nueva perspectiva, Eymi comenzó a ver cada interacción con Madiel como una oportunidad para transmitir valores como la empatía, el respeto y la resiliencia. Se dio cuenta de que al criar a su hijo con amor y respeto, estaba sembrando semillas para un futuro mejor.
A medida que Eymi implementaba los tres pilares en su vida diaria, notó cambios significativos. Madiel se volvió más seguro y comunicativo, y la relación entre madre e hijo se fortaleció enormemente.
Reflexionando sobre su viaje, Eymi se dio cuenta de que "El Eco de Cristal" no solo le había proporcionado herramientas prácticas, sino que también la había guiado en un profundo viaje de autodescubrimiento y crecimiento personal. Ahora, se sentía preparada y emocionada para continuar su camino en la crianza respetuosa y confiable, sabiendo que cada día era una oportunidad para empoderar, transformar y trascender.
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